Por favor, no tocar los potes de resina.
En algunas zonas del acotado micológico "Torozos, Mayorga y Pinares de Valladolid" se extrae la resina del pino negral (Pinus pinaster). Mientras unos pasean y recolectan setas, los resineros se ganan la vida recogiendo la miera o resina de los pinos que llevan preparando desde febrero.
La resina que supura en las incisiones del tronco fluye hasta un recipiente o pote que se vacía cada 15-20 días. Después de ser recogida en los pinares, se traslada a las fábricas para la destilación y obtención de productos que se utilizan para la preparación de alimentos, medicamentos, aditivos, pinturas, neumáticos, cosmética, etc.
Gracias a este oficio tradicional nuestros pinares están limpios y no se queman. Además, en muchos municipios la resinación se ha convertido en una alternativa laboral para las personas jóvenes que viven en los pueblos.
Desde el programa Micocyl pedimos que se respete el trabajo tan duro de estas personas. Todos tenemos cabida en el pinar.