Con la llegada del otoño, la provincia de Ávila se convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la micología, gracias a sus senderos micológicos que atraen cada año a excursionistas y recolectores de setas. Estos itinerarios naturales permiten explorar algunos de los entornos más ricos en biodiversidad de la región, con la oportunidad de recolectar setas en un ambiente regulado y respetuoso con el medio ambiente.
Durante los meses de otoño, la provincia se llena de vida con la aparición de especies de hongos como el Boletus, la Amanita cesárea y el Lactarius deliciosus (níscalo), entre muchas otras variedades que crecen en los frondosos bosques de pinos, robles y castaños que cubren gran parte del territorio abulense. Los senderos micológicos ofrecen a los visitantes la posibilidad de disfrutar de un paseo por la naturaleza mientras descubren la riqueza fúngica de la zona.
Los municipios de la provincia han acondicionado rutas específicas para el senderismo micológico, señalizadas y con información sobre las diferentes especies que se pueden encontrar. Estas rutas no solo son populares entre los recolectores experimentados, sino también entre las familias y los aficionados que desean aprender más sobre el fascinante mundo de las setas.
Turismo Responsable y Regulación para la Recolección de Setas
Para garantizar un uso sostenible del entorno natural y evitar la sobreexplotación, la recolección de setas en la mayoría de estos senderos está sujeta a permisos regulados. Los permisos permiten un control más estricto sobre la cantidad de setas recolectadas y aseguran que los visitantes respeten las normativas que protegen tanto la flora como la fauna de la zona.
El auge del turismo micológico no solo ha revitalizado la economía local durante la temporada de otoño, sino que también ha puesto en valor el patrimonio natural de Ávila. Numerosos alojamientos rurales, restaurantes y tiendas de productos locales han adaptado su oferta a esta creciente demanda. Durante estos meses, es común encontrar menús especializados en setas en los restaurantes de la región, además de talleres y actividades educativas sobre la recolección y preparación de hongos. Toda esta información se puede encontrar tanto en la página web como en la app de Micocyl.
Algunos de los senderos micológicos más visitados en la provincia incluyen:
- Ruta micológica por La Lobera (Navaluenga)
- Ruta del Monte Encinar (El Barraco)
- Ruta del Bullicio (El Barraco)
- Ruta Cerro de la Chorrera (San Juan de la Nava)
- Ruta micológica Pinar de Hoyocasero (Hoyocasero)
- Ruta micológica Dehesa de Mesegosillo (Hoyos del Espino)
- Ruta micológica Navahondilla (Navarredonda de Gedos)
- Ruta micológica Setas en el Alto del Tormes (Navatejares)
- Ruta micológica Regajo Sevillano (Bohoyo)
- Ruta micológica Los Collaillos (El Arenal)
- Ruta micológica Hoya Rana (Solana de Ávila)
- Ruta micológica de Las Atalayas (Candeleda
- Ruta Micológica de El Berrocal (Arenas de San Pedro)
Estos senderos no solo ofrecen la posibilidad de recolectar setas, sino también de disfrutar de paisajes impresionantes y de una conexión directa con la naturaleza en estado puro.
Los senderos micológicos en Ávila refuerzan la idea de que la naturaleza puede ser disfrutada de forma responsable, respetuosa y educativa, generando a la vez un impacto positivo en la economía local. Con estas rutas, los amantes de la micología tienen la oportunidad perfecta para explorar y aprender en uno de los entornos más bellos de la región.
Se recuerda la importancia de conocer las especies antes de recolectarlas, ya que muchas setas comestibles tienen posibles confusiones con otras especies tóxicas. Por ello, es recomendable realizar los paseos con una guía micológica o asistir a los talleres que se organizan en distintos puntos de la provincia.